El sabor a birra en los labios
el cigarro prendido en la mano
tus manos torpes sobre mi cintura
¿qué más podía pedir?
Afuera se hacía de día
aunque no era algo que nos incumbía
Perdidos en insensantes palabras
nos dejamos fluir en una misma frecuencia
Dejé de pensar
para apreciar
cada caricia sentir
y un verso más escuchar
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